Hay en ella, una combinación de desgarros, contradicciones, frustraciones, cuestionamientos y dolores que aparecieron y permanecieron mientras lo escribía.
“Vomitar no es un acto racional. Es un estallido del cuerpo que ya no soporta más. Puedes accionar el excusado y no mirar lo expulsado.
O se puede revisar asqueada lo devuelto, y analizar los contenidos.
Comprender lo que te ha hecho mal. Evitarlo, o mejor aún, crear un antídoto.”
“La Toma. Reflexiones Inútiles y Patéticas “
Contiene el germen de la auto referencia. Se construyó con mi memoria, con la presentación de la representación de mi identidad, dialogando con las influencias y referentes culturales que han formado y deformado mi historia personal, pero con el propósito de objetivar los temas, compartirlos y proponerlos a una mirada colectiva convertida en una creación teatral musical, en un producto artístico para ser compartido con otros, en un ritual, un exorcismo de revivir lo trágico para liberarse.
El beneficio de una Beca Valech para continuar estudios superiores. me permitió ingresar en el 2007,a la Facultad de Artes de la Universidad Católica de Chile para la realización de un Magíster en Artes, mención Teatro.
Propuse para ello el proyecto de creación que ha dado como resultado esta obra, que planteó como tesis, encontrar un ethos nacional femenino en el cruce de los relatos de tres mujeres chilenas testigos y víctimas de un pasado reciente en común, el Golpe de Estado 1973, que portan en sus mundos personales fracturas invisibles, consecuencias de acciones de lesa humanidad, que a pesar de que parecen cicatrizadas, brotan y sangran a veces.
Pude haber elegido otro tema, menos sensible doloroso y expuesto para mi, pero era un germen demasiado fuerte y se impuso como una obsesión que ocupaba mis pensamientos.
Me preguntaba si debía:
“¿Darle sentido al Teatro ó no darle?¿Mostrar, sin filtrar? ¿Desnudarse?
Atormentarse se.se.se…Ser.
Vivir del Arte. Para el Arte. Ser Arte.
Llevar tu vida con arte.
Casa-arte, caz- arte- rearm-arte- odi- arte-mir- arte
am-arte.
Asistía a una lujosa cena de manjares, cocinada por los que pensaron el Arte.
Alimentaba mis neuronas moribundas, exigiéndoles que hicieran sinapsis.
Las ya muertas ni se enteraron como sabía tal jalea real.”
Acepté el potencial dramatúrgico brechtiano que había, en los acontecimientos sucedidos pre y post dictadura, y en el difícil tránsito a recuperar la democracia chilena, circunstancia política histórica, que oscureció nuestra identidad, convirtiéndonos en una nueva sociedad con doble estándar, que carga en su pensamiento colectivo, lo quiera o no, a los muertos y desaparecidos, a los torturados, a los exiliados, a familias separadas, retornados que se miran y no se reconocen, sintiéndose en un lugar desconocido y extraño al país del que se fueron.
Torturados y torturadores, habitando nuestro país, dañados física y moralmente, hemos intentado aprender a convivir con lo que hay, poniendo con buena intención el propósito de la evasión y el olvido. ¿Qué nos ha pasado como sociedad en esta re construcción democrática?
La historiadora María Angélica Illanes habla de
“La masa homogeneizada y domesticada en torno al mercado, la clientela y la televisión. Desde el punto de vista político, estas nuevas categorías visualizan las masas jugando en la arena electoral, des-ideologizádamente, en torno a problemas locales, ecologistas, legalistas y pragmáticas que fundan una visión política como práctica, aparentemente sin proyecto o ideario de sociedad. Sin utopía. Sobre el proyecto de la” razón social “se habría impuesto el “deseo individual”.
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